El problema con estas situaciones es que, en parte, obviamos al fenómeno de Newton que involucra tanto acción como reacción. Esto quiere decir que antes de pensar en la consecuencia, es decir, el software o sistema, debemos dedicarle atención a la causa, en otras palabras, la programación. Pues obviamente, sin programación no hay software.
Hace ya un buen tiempo, Pepe fue ascendido a Jefe de área, y posterior a la noticia, conversé con él. De esa reunión resalté tres principios muy importantes:
Realización personal: Si bien es cierto sus actitudes (y resultados) demostraban que el ascenso era merecido desde tiempo atrás, Pepe solicitaba reuniones de feedback a su eventual jefe. No pedía ser ascendido, preguntaba sobre aquellos aspectos personales que le faltaban cubrir para sentirse merecedor de un puesto con mayor responsabilidad.
El equipo tiene que estar preparado: Cuando eres ascendido se espera que tus resultados mejoren pues ahora tienes un equipo que heredará tu forma de trabajo, tus buenas prácticas. Entonces, Si te conviertes en el jefe del equipo con el que trabajabas y no irradiaste tu forma de ser, empezarás desde cero con ellos.
Nadie trabaja como tú: Ascender conlleva menor cantidad de acciones operativas y eso no significa que trabajarás menos, significa que tendrás nuevas funciones y que las que hacías, las hará tu reemplazo, quien no necesariamente tiene todas tus habilidades ni tu velocidad.