Estoy seguro de que hay personas que dicen (y dirán) que eso es lo que menos les importa. La verdad es que no tiene nada de malo que cada cierto tiempo te preguntes si lo estás haciendo bien.
Con el paso del tiempo (y los respectivos ascensos de cargo o de responsabilidad) te darás cuenta de que el feedback de tus jefes de turno irán disminuyendo, pero eso no debe preocuparte. Lo que debe primar es si te sientes bien con lo que estás haciendo y si puedes verificar (o cuantificar) de alguna u otra manera que tu trabajo está generando impacto en las personas. Mucho mejor si hablamos de la calidad de sus vidas 🙂
Un abrazo,
JD