Aprender para trascender

Si en el trabajo, prestamos atención al nivel de independencia de las personas con las que interactuamos, podríamos ayudar de una manera más adecuada, oportuna o bueno, eficiente. Aquí se puede apelar a la experiencia, la intuición o lo que algunos llaman “buen ojo”, pero si aún no nos va bien con eso, comparto algunas pistas basadas en el Shuhari, concepto de artes marciales que describe la necesidad de aprender para trascender.

1. Aquellas personas que se encuentran en proceso de aprendizaje, que generalmente necesitan mayor atención: Implican acompañamiento en las tareas asignadas, que estas sean fáciles de realizar y medir, y que incluyan conversaciones para entender la situación desde otra perspectiva, sus causas y posibles efectos.

2. Los que empiezan a cuestionar las reglas y formas de trabajo, muchas veces relacionados con buscar caminos más cortos para solucionar un problema, sin perder, claro, la viabilidad de la situación: Aquí el nivel de acompañamiento disminuye, sí, pero la delegación debe incluir retos para entender el contexto y estrategia antes que la acción y, claro, poner en práctica nuevos conceptos, no necesariamente técnicos.

3. Los que tienen una forma de trabajar y que a veces cuentan con seguidores: Son los que merecen el espacio y asesoría necesarios para seguir desarrollándose, si aún no lo hacen, liderar un proyecto considerando los perfiles previamente identificados y claro, incrementar su número de seguidores dentro y fuera del equipo.

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