¿Qué está pasando con LinkedIn?

Si bien es cierto lleva más de quince años en el mercado y es posible que durante los diez primeros los cambios hayan sido puntuales, hay aspectos que siempre llamaron mi atención.

No tengo intención de ahondar en cada uno de ellos, pero es muy importante –y posiblemente demasiado obvio– que aceptemos que el ego acompañado por vicios heredados de redes como Facebook (a más likes, más popular), hacen que la calidad del contenido sea cada vez más pobre.

Vamos, no necesitamos mucha ciencia para eso, ya que si revisamos nuestro feed, encontraremos cosas que, sinceramente no suman. Sin entrar en detalle y con todo el respeto del mundo en estas observaciones, nos encontraremos con selfies o cuadrículas de reuniones virtuales (gracias a Dios ya no hay fotos con paredes llena de post-its), diplomas por asistencia a cursos (creo que muchos hemos caído en eso) o incluso anécdotas que muchas veces no son propias (y en otras ni siquiera referencian a la fuente)

Y sí, podría continuar y también admitir que de esa agua también debo haber bebido o querido beber y que claro, muchas personas buscan compartir ciertas celebraciones pues necesitamos noticias positivas.

De acuerdo con ello, pero ¿no sería mejor hablar de contenido que aporte valor? o en todo caso ¿no sería mejor generar algo que sea parte de nuestro legado en el mundo?

No hay que ser un erudito para darse cuenta que muchos de los que estamos en redes sociales como LinkedIn tenemos cierto privilegio que va asociado a que podemos trabajar desde casa.

Sí, está bien, trabajar desde casa es complicado y los horarios son cada vez más locos, pero vamos, de alguna u otra manera tenemos mayor facilidad para generar contenido.

No busco afectar a nadie, y mucho menos ofender o herir suceptibilidades (vicio que en los últimos años ha ido en aumento) pero la idea es que pensemos un poco en ello, sería genial que desde nuestra ventana publiquemos artículos de opinión o que generen algo de ello.

Hay que admitir que no todos tenemos esa capacidad de expresión, pero también sirve de mucho compartir información sobre ese libro que nos inspiró (ojo, no tenemos que leer cien al mes), alguna experiencia que generó impacto en nuestras vidas, alguna noticia que podría generar mayor impacto en las personas y claro, en todos los casos, dejar nuestro sello en forma de opinión.

Puede sonar utópico o –como muchas otras veces– puedo estar equivocado, pero lo de que sí estoy seguro es que cada vez hay menos capacidad inventiva en el mundo. Y es cierto, es difícil hacerlo, pero podemos sumar de muchas formar sin depender de las tendencias o de lo que digan gurús que, valgan verdades, con el paso del tiempo han ido sospechosamente en aumento.

Me despido esperando que no vean esto como una queja o acusasión, sino más bien un llamado a la acción con la intención de que, por favor, empecemos a crear contenido sin esa terrible necesidad del like.

Les mando un abrazo,
JD

2 thoughts on “¿Qué está pasando con LinkedIn?”

  1. Buen artículo. No se si le cambiaran el nombre de CIO a CPO, pero la orientación a producto es una necesidad y realidad actual…

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